Tomás Hoppe - Colegio Almenar del Maipo
Todos los pueblos, incluso aquellos que por razones religiosas lo prohíben, conocen las propiedades medicinales del alcohol.
Antes que se conocieran otros antisépticos y se desarrollara la anestesia, se usaban bebidas alcohólicas para desinfectar heridas, generar sueño o aturdir a los pacientes antes de una intervención dolorosa.
En la antigüedad, griegos y romanos rendían culto a Dionisos y Baco, dioses del vino, el éxtasis y el erotismo, en su honor celebraban fiestas orgiásticas en las que el populacho se volcaba a la calle para embriagarse y copular sin restricciones.
Por su parte, Jehová, harto de tanta chacota, lanzo el equivalente a un bombardeo atómico sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra por sus costumbres algo libertinas: como orgías, incesto, adulterio, borracheras y otras diversiones ofensivas a el.
En Asia, los chinos malayos bebían la sangre de la serpiente de cascabel, le abrían un tajo en la cola y mientras uno sostenía el animal por la cabeza y lo estrujaba para vaciarlo, otro se acostaba en el suelo y chupaba la sangre entre sorbo y sorbo de whisky, esto constituía parte de la costumbre nacional, cuyo fin era bailar durante toda la noche.
Como todos saben una de las más terribles batallas de la Guerra del Pacifico entre Chile, Perú y Bolivia, fue la del Morro de Arica, un inexpugnable acantilado que los soldados chilenos conquistaron trepando por las rocas con cuchillos corvos entre dientes y el sol en la cara, según cuenta la leyenda, lo lograron dopados por una mezcla de aguardiente y pólvora.
De las seis mil especies existentes de hormigas, cerca de cuatrocientas mantienen en sus colonias pulgones parásitos con el único fin de chupar sus secreciones embriagantes, también los escarabajos ciervos se embriagan de la savia fermentada del roble y no hay como las larvas del gorgojo que abusan a diario del jugo de las hojas de sauce. Además, ¿Quién no ha visto al pajarito silvestre chocar contra nuestros vidrios una y otra vez?, no es de ciego, ni de enamorado, sino de borracho.
Entonces el alcohol no solo le llega al hombre…seguramente el león como rey de la selva ya habrá tomado medidas al respecto, yo creo que si. Pero como todavía no hablamos ni con animales ni vivimos en el pasado venerando dioses creencias, soldados y ritos… preocupémonos mejor de nosotros, la actualidad, jóvenes.
Viernes en la noche, la ciudad esta iluminada, jóvenes, adultos y viejos con un vaso en la mano, queremos conquistar el mundo, queremos que nos escuchen, hablar fuerte, gritar, queremos gueviar a todo ritmo…Es ese estado tan placentero que esta a la vuelta de la esquina y que con solo dos lucas la hacemos.
He visto carretes maduro, con caras alegres, mucho te quiero, besos por todos lados, abrazos, hermandad y la parafernalia… ¿Qué tiene de malo el alcohol entonces?, si una de las grandes carencias de la humanidad; es la indiferencia, la distancia y la frialdad que la gente se tiene, y que con el alcohol la estamos supliendo, a su justa medida, en su justa medida, digo yo,
“Cáspita Señor, una nariz colorada, sueño y orina, la lujuria Señor, lo mismo provoca que la aleja, porque provoca el deseo, pero en exceso impide su ejecución”, es decir, los “del exceso”, a los que el trago los supera, son en pocas palabras unos enfermos-tontos, pero, con cura…y ésta no se vende ni en la farmacia ni la tiene un amigo, solo es conciencia y en conciencia.
Lamentablemente en la juventud de hoy, dos de las diez tomaderas, carretes o juntas son a conciencia y con madurez, porque de las otras ocho, o están peleando, o están rompiendo algo o te comiste a la que no te podías comer o estay vomitando por ahí…o tienes copete para dar, pero lo escondiste y no sabí donde está, en fin, puro jugo… puras cagás. Con los adultos la relación cambia debido a la madurez y la experiencia que tienen, pero hasta por ahí nomás porque no hay nada mas asqueroso que esa junta de amigotes que comparten el fin de semana, con la piscolita caliente y ese pretexto barato que sirve según ellos; para cargar las pilas de un deseo inaudible, a ese nivel llego ese consumo inicuo, de los compadritos abacanados de personalidad sobria retraída.
Si bien es cierto que el 90% de la sociedad que pasó por el alcohol, no fue sino, mas que una etapa con su respectivo principio y fin, donde la experiencia y los hechos fueron los factores que te llevan ahora a tomarte un trago relajado, en ambiente…relax.
El problema es que cada año ya cabros de trece, catorce o sino antes, están tomando fuerte y constantemente, adelantando una etapa que en Chile, entre comillas, llegó a ser necesaria… pero prematura, ¿Qué se espera de las siguientes generaciones?. Sin broma, a mí nadie me dice, nadie me asegura que si un pendejo de trece le esta poniendo “wendy” hasta los veinte y tantos no va quedar enganchado y va a pertenecer el 10% restante que está más cagado que la cresta. Entonces, la solución es educar, como en todas las cosas, pero no con comerciales de ron y minas metiéndose la chela en las tetas, porque eso queda en el inconciente, en nuestra memoria… ni tampoco ocultando las enfermedades y consecuencias que el alcohol genera para el cuerpo, ni escondiendo la cantidad de desgracias que un borracho puede cometer; pegarle a la familia, robar, matarse en un auto entre muchas más.
Pero nadie sabe nada acá, somos todos unos pájaros que nos meten el dedo en la boca… si me pusiera hablar del pucho, tengo pa` tres ensayos mas.
Ya ustedes saben que los políticos de hoy se llenan la boca con planes de prevención, medidas, normas y puras guéas, cuando su único fin es llenarse los bolsillos, es venderle copete a los pendejos, es hacerle creer al chileno weon que la chela y la piscola es necesaria para el fin de semana y que si no están en la junta o la fiesta, va a estar mala, fome o no va ir nadie. Muchos piensan que son consecuentes los del gobierno y los empresarios del alcohol, porque cuando vas en el auto, ves un cartel que dice “Tome con precaución” o “Si va tomar pase las llaves”, están equivocado, porque avanzas un poco más y ves a la Marlen con el Kike abrazando un par botellas de vino, avanzas otro poco y ves al curadito pidiendo plata todo cagado, miray para un lado y sale “Capel”, miray pal otro y dice “Escudo”, entonces… que no te vengan con la guéa, jamás te van a decir que si manejas curado te vay a matar, jamás te van a decir que si te tomay una “promo” solo te estay rompiendo el hígado y que te puedes intoxicar. Pero mediante esto, mediante estos espacios si te dicen que tienes que ser conciente, si te dicen que tienes que enseñarles a los más chicos, porque de otra forma compañeros no se puede.
En un escrito de la corte suprema del emperador Chino Shen Nung que data del año 2737 a.C., se encuentra la primera descripción completa de la planta conocida como cáñamo, la marihuana misma, la hierba, la mota, la inocente plantita ella misma.
Actualmente es una droga aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) con el nombre de marinol y se prescribe solo en algunos países para el tratamiento del glaucoma, la anorexia, el sida, los dolores crónicos, las náuseas, los vómitos y el trabajo en quimioterapia.
En Nepal y el Tibet la marihuana era utilizada desde tiempos inmemoriales por los Yoghis, como medio de ayuda en la meditación y puente hacia la fraternidad y la hermandad del grupo.
Los asirios conocían y usaban la hierba al menos desde el siglo IX a.C. mediante las llamadas píldoras de alegría, compuestas por goma de cáñamo y azúcar, la consumían para la anestesia corporal y los ritos de iniciación juvenil.
En África el consumo de cannabis se conocía como una fuente de placer y con un fin religioso, mucho antes de la llegada de los europeos al continente.
Conocido comúnmente como dagga, los pigmeos, zulúes y hotentotes la utilizaban en sus rituales y como remedio curativo.
Sin lugar a duda, su mayor auge fue en la India donde se llegó a cultivar extensamente y paso a formar parte de la religión Hindú. Se menciona en los milenarios escritos de Sustra, denominándosele Vilahia que en español significa “producto de la vida”.
Lamentablemente los Sadhus que eran ascetas errantes y principales exponentes de la religión Hindú abusaron excesivamente con el uso del Bhang (Derivado de la hoja femenina de la planta, utilizado para realizar bebidas y ser fumado), que inicialmente y en su medida justa lo utilizaban para concentrar sus pensamientos en lo divino y soportar las adversidades de la vida.
En esos años la India se encontraba al borde de una era psicodélica como la que vivió los Estados Unidos en los sesenta, debido a la alta cantidad de Sadhus consumidores de Bhang en quienes era imposible determinar si predominaba la Sattva (Iluminación) o la Tomas (Indolencia), por lo que los Brahmanes sabios habrían tenido que hacer todo lo que estaba al alcancé de sus manos para evitar el abuso. De esta forma se explica porque Sidartha estuvo tan en contra la intoxicación como para incluirla entre las cinco cosas prohibidas, junto con el asesinato, el robo, la mentira y el adulterio.
En 1887, el doctor Ludovic Jammes en una conferencia en la academia de ciencias contó la singular experiencia que su gato “Tomás” se acercaba a él cuando éste fumaba hierba en su litera, pedía el humo de la pipa para ronronear de felicidad, acariciaba todo lo que estaba alrededor y daba brincos lleno de alegría indecible.
Explicó también cómo los ratones asiáticos aguardaban con paciencia a que se durmieran los fumadores de los pueblos aledaños para roer los residuos que quedaban en las pipas y de cómo los Anamitas, nativos de la India fumaban en utensilios propios para despistar a la policía, dejando las cañerías de gas, las botellas y los Bongs debajo de las casas, para que las arañitas y cucarachas del sector celebraran su propio fin de año.
Seguramente el león como rey de la selva ya habrá tomado medidas al respecto, pero como todavía no hablamos ni con los animales ni vivimos en el pasado, curándonos con hojas y plantitas ni venerando dioses y haciendo ritos, preocupémonos mejor de nosotros, la actualidad, jóvenes.
La búsqueda del alivio, del consuelo químico, del “soma” como lo llama Aldous Huxley, droga es cualquier sustancia que produzca un cambio fisiológico medible o atestiguable en el cuerpo humano. Psicotrópico es una droga con efectos psíquicos, desde este punto de vista la aspirina es droga y el té un psicotrópico. Existen psicotrópicos estimulantes como el café, las anfetaminas o la cocaína, existen también psicotrópicos depresores como la benzodiazepinas y el famoso ravotril. Por ultimo están los psicodislépticos que cambian la percepción de la realidad. Dentro de estos últimos se encuentran el alcohol y la marihuana.
Por una parte, está la risa compulsiva y estentórea (fuerte), la potenciación del lado lúdico y cómico de las cosas, la efusión sentimental inmediata. Por otro lado hay un elemento de aprensión y oscura zozobra, una tendencia de ir al fondo con lo que el consumidor piensa. La marihuana aumenta los rasgos básicos de la personalidad, es decir, si tienes una personalidad introvertida, lo serás más, pero si eres de características alocadas, podrías convertirte en un auténtico sicótico.
En el campo intelectual el cannabis incrementa la imaginación pero disminuye la concentración, las palabras suelen cambiar de ritmo y a veces presentarse incoherentes aunque el intoxicado tenga la impresión que se expresa con ingenio y brillantez.
Voy a besar volado, sentir la lengua jugando y que se desenvuelve sola, como la saliva fluye por la boca, las bacterias, puede que exista una cascada en el interior ¿Por que no?, cuánto te puede llegar un abraso, un te quiero, un simple apretón de manos, como ahora te puedes ver a los ojos y conocerte tan íntimamente, tan real y verdadero, como tu cuaderno de clases que siempre ha sido para tomar apuntes, hoy día puede ser un medio para escribir un libro o dibujar, como la iglesia que siempre ha estado camino a tu casa, hoy día te parece una cárcel con esclavos de rodillas y que los jueces que juzgan y enseñan su verdad no hacen más que dividir a la gente y a los pueblos mediante el burdo concepto de “religión”.
La marihuana te hace pensar, pensar y pensar más, justamente lo contrario que el sistema actual quiere, este sistema de Libre Mercado – capitalista que quiere construir y criar maquinas, quiere gente esquematizada, con una carrera, una televisión y un vaso de Coca-Cola cada tarde, que vayas al Mall a comprar tu ropa los fines de semana y que llegues cansado a dormir para levantarte al día siguiente y realizar lo mismo.
La marihuana es una droga estigmatizada como símbolo de una contracultura que explotó en la revolución de las flores y que se identificó con ideales sociales humanistas sostenidos por la Izquierda.
El corrompido sistema actual no se da cuenta que mientras la hierba exista, se va a consumir, es una batalla perdida, lo único que logran y buscan es aumentar el precio y el crimen organizado en torno al narcotráfico, es verdad que algunas sustancias matan, degradan, enferman, pero también lo hace el smog, el calentamiento global o la falta de cumplimiento de las medidas de seguridad en el trabajo y nadie va preso por ello, habrá que ver que ha causado mas muertes, el petróleo o todos los psicotrópicos juntos, por que la marihuana sola no ha matado a ni siquiera uno, ni siquiera uno.
Y se llenan la boca que Chile se transformaría en un atado de marihuaneros adictos y que no saben que no todo consumidor es adicto, un porcentaje menor al 10% de hace adicto a cualquier psicotrópico, ésto no depende de la droga, depende de la personalidad del sujeto que busca en la droga suplir una carencia. Un adicto no es un criminal, es un enfermo que busca alivio, es decir, estamos frente a un problema medico. No se trata entonces de suspender el consumo, se trata de ir más allá, al fondo de la carencia y tratar de sanarla.
Al que se sienta solo y fuma que le den cariño, al que se siente gordo y fuma que haga deporte, al que tenga la cagá intelectualmente y fuma que lo lleven al psicólogo y así con todas las cosas, porque en la adicción hay una búsqueda, cualquiera que sea, siempre se busca algo que no tienes y que quieres tener.
Voy a mitificar una práctica trasnochada, de la más pura cepa romántica y que apenas sirve de trámite identitario de algunas tribus mediocres supervivientes, como los “hermanitos” artesanos, los artistas rascas sin proyecto premunidos solo del tono gestual y otros voladitos varios, entramos en una plano lleno de imposturas y repleto vació, podrán argumentarme los “giles pegaos” que todo depende de cómo se use y la intención que le des y yo les recordaré a los indios de Norteamérica y a la revolución Mexicana con el famoso tema de la “Cucaracha…Ya no puede caminar, porque le falta, porque no tiene marihuana pa` fumar”.
Hoy en día la usan algunos concertacionistas de mediana edad, como el único signo de subversión que les queda y también esos pendejos volaos que pertenecen a algún colectivo urbano de moda, que creen que por escuchar reggea tení que fumar o por llevar un morral estay vendiendo.
La marihuana es solo un techo que impide de veras la imaginación y el trabajo creador, la marihuana te hace olvidar, olvidar y olvidarlo todo y ya después cuando te acordaste no te queda nada porque ya lo olvidaste todo. Todo lo demás es un relato pendejo que muestra a personajes dominados y anecdotarios planos. El pitómano es un mediocre que planea bajito y sin destino, que no es capaz de abrir sus alas realmente y alzar el vuelo, el pitómano cree que se da cuenta de todo y que percibe todo mejor, pero en verdad no se da cuenta de nada y no percibe nada, no se da cuenta que la vida se le escapa tan rápido como el humo que exhala.
La macoña provoca no pensar y pasar por alto la mediocridad y el fracaso de todos los proyectos posibles de la modernidad. “- Usted me disculpe pero quiero fumar y yo lo disculpo por ser tan poca cosa”, el voleke es un gran distante no deseoso que lo único que es capas de exhibir es la reproducción de una indolencia con aires de superioridad.
Me ha tocado ver a esos payasos arrogantes que se sienten superior por ser consumidores de pito y de lo que venga, incluido el raspadito de muralla, el moco de gato y la bosta de caballo, esto ya presenta a la ultima degradación máxima de un proceso que partió con los jipilines de los sesenta, que en sesiones místicas llenas de cuanta droga no hay, intentaban meditar logrando estados elevados de conciencia, (Creo yo que para meditar eres solo tú, algo más sería poco humilde). Pero ellos se justificaban al estar tan drogados y pirados que lo llamaban “otra conexión hermano” y así si sigo llegando al delirio flaitero de hoy que sin un prensado “no hací nah”.
La etimología de la palabra marihuana proviene del Náhuatl, “Mallihuana”, compuesta por “Mallin” que quiere decir prisionero, “Hua” que significa propiedad y “Ana” que se refiere a agarrar o apoderar.
Los indígenas al referirse a la planta quisieron siempre expresar que la marihuana se apoderaba del individuo y te hacía ser un prisionero, un esclavo más.
El mundo gira en torno al efecto de la dualidad; el bien y el mal, el cuerpo y el alma, el amor y el odio, lo blanco y lo negro.
La encrucijada entre el alcohol y la marihuana está bien clara entonces, todos ustedes apoyan y las justifican y se justifican, cada uno a su manera, algunos a una y otros a la otra, algunos a las dos y otros a ninguna.
La marihuana es la planta que te quiere hacer esclavo, es la planta de la raza negra, la que los representa, es la planta que crece de la tierra y es de la tierra, es la planta que representa el descontento de nuestro mundo, nuestro mundo que cada día está mas triste debido a las guerras, las matanzas, la contaminación, la codicia de algunos… La marihuana cuando te excedes te odia, te quiere intoxicado, tosiendo, con los ojos rojos, con la cara caída…enfermo. Al igual como está nuestra tierra, enferma, cansada…de la autodestrucción a la que vamos, haber hermanos, amigos, compañeros si se dan cuenta.
El alcohol es esa sustancia creada en un laboratorio que te quiere esclavo, tonto y enfermo, descontrolado, atrevido y mentiroso, esclavo a un sistema capitalista, neoliberal impuesto por la raza blanca, a un sistema de la codicia, de la desigualdad y la manipulación. A la sociedad de las maquinas, a las ovejas encerradas en su rebaño…
En fin… después de un largo trabajo ya puedo enderezar mi columna, y puedo asegurar a todos ustedes que la marihuana y el alcohol no te dan nada, te dan piedra, piedras y arena, eso te da.
He aprendido que solo el amor es lo que vale, el amor para todo y en todas las cosas, el amor es nuestro único paraíso y no es artificial.
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